Teníamos la suerte además, de contar con mi chalet (podéis leer el post aquí), por lo que el sitio no era un problema. Todo eran ventajas: estaríamos más tiempo celebrando la boda, los invitados no se aburrirían metidos en el hotel, se iban a conocer todos mis amigos... el plan perfecto!!
Nosotros nos encargamos de hacer un par de cosillas de comer y encima, mi peluquera se empeñó en que tenía que marcarme la tarde antes de la boda (cosas de chicas!). Yo no quería, pero tanto se empeñó que no pude negarme. Fue una tarde a la carrera, pero llegué a tiempo y lo celebramos como estaba previsto.
Fue todo muy informal, una barbacoa al aire libre, algo de picotear, musiquita (una selección de nuestros amigos invitados) y charla. Pero nos lo pasamos tan bien... traté de que no se alargara mucho porque al día siguiente me levantaría muy temprano para preparar la deco de la boda, así que a las dos de la mañana los mandé a todos para casa.
La tarde empezó con un poco de viento (un anticipo de lo que sería mi boda, aunque yo estaba tan flipada que ni me enteré), pero luego se calmó y estuvimos muy bien.
Aquí os dejo con algunas fotitos, un resumen de lo que fue nuestra fiesta preboda.
El futuro marido preparando la barbacoa, jejeje...
Y por último con mis papis, que por supuesto no se lo perdieron!
Que tengáis un magnífico día!!
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